domingo, 7 de junio de 2015
Cómo controlar a la araña roja: métodos efectivos
La araña roja o arañuela roja es un ácaro que parasita las plantas, muy pequeño y que puede apreciarse como un punto rojo, naranja o verde. Se alimenta de la savia vegetal. Su acción puede ser especialmente dañina y mortal incluso, ya que se multiplica rápidamente y en gran cantidad.
Los signos de que este ácaro está en nuestras plantas son picaduras, en forma de puntos. Se puede ver a las arañuelas rojas, si uno tiene buena vista y se acerca, como pequeños puntos, sobre todo en el envés de las hojas. Más tarde, aparecen telarañas. Las ramas de la planta se empiezan a secar.
Se dice que la araña roja viene en tiempos cálidos y secos. Probablemente, la falta de riego o el riego sin constancia, que permite que el suelo se seque, es lo que propicia su llegada.
Ante todo, no hay que creer en todas las soluciones que se presentan por ahí. Por ejemplo, el purín de ortigas no sólo no lo afecta sino que lo beneficia a este parásito. Cualquier forma de abonado (y el purín de ortigas lo es) hace que el follaje reverdezca y eso atrae a la araña roja. Lo que se debe entender es que la telaraña las protege de las cosas con que se rocíe, es como una especie de escudo. Aunque las arañuelas rojas de por sí podrían verse afectadas, la telaraña las salva y siempre volverán a brotar si se usan métodos incorrectos.
Como solución pasajera, para ganar algo de tiempo, se puede pasar un algodón o papel mojado por toda la planta afectada.
Y lo que debe hacerse para alejarla definitivamente es conseguir azufre agrícola, que es un azufre en polvo que se compra en tiendas relacionadas con las plantas. Esto se puede poner en una pantimedia y espolvorear sobre la planta, o también se puede disolver en agua y aplicar con un rociador. Las aplicaciones, en cualquiera de los dos casos, deben hacerse en una temporada de treinta días en que no haya días con más de treinta grados celsius de calor, porque podría quemar a la planta. Si llueve, se refuerza la aplicación después de la lluvia y, de todas maneras, es conveniente volver a aplicar a los quince días de la primera aplicación, para asegurarse de que se mueran todas las arañas rojas, por si quedó alguna viva. El azufre puede afectar un poco las hojas, pero después se recupera la planta.
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